La agricultura tradicional es el modelo de producción agrícola principal de las distintas sociedades a lo largo de la historia. Está caracterizada por su poca influencia tecnológica. Desde sus inicios, en la era neolítica, la práctica de la agricultura tradicional ha significado un modelo productivo. Además, de una forma de vida para las comunidades sociales que la ejercen. El conocimiento y la práctica de la agricultura tradicional ha pasado de generación en generación. Se ha conformado como una manera de subsistencia rural. Pero, por otro lado, tenemos a la agricultura de precisión.
La agricultura de precisión, a diferencia de la agricultura tradicional, se caracteriza por incorporar la ciencia y tecnología para ser más eficiente. Ahorrando recursos, como tiempo y dinero. Logrando mayor cantidad y calidad en la producción de las cosechas.
Es precisamente su alta capacidad productiva la que la define como una actividad diseñada para responder a las necesidades de los mercados y comercializar miles de toneladas a nivel interno y externo.
La aplicación de técnicas y la utilización de tecnología de última generación, hacen que se reduzca el riesgo por la dependencia de factores externos como el clima o la mano de obra.
Sí, en la agricultura tradicional hay que dedicar largas jornadas para abonar, fertilizar, sembrar, regar y recoger las cosechas. Además de que se corre el riesgo de una plaga y que por falta de una adecuada inspección y seguimiento, acabe con la producción. En contraste, con la agricultura de precisión todas esas labores se puede encomendar a sistemas de precisión, que trabajan autónomamente y con una alta eficiencia. Esto se deriva en mayor producción a menor costo y en menor tiempo.
Ventajas de la agricultura de precisión
La agricultura tradicional sigue empleando en su forma de trabajo técnicas y equipos muy rudimentarios. Dependiendo mucho del factor de mano de obra humana, así como, del uso de animales. Pero, debido al crecimiento demográfico experimentado a lo largo de la historia y al avance tecnológico, la agricultura ha ido evolucionando y dando paso a la agricultura de precisión.
Los sistemas de riego, aplicación de fertilizantes, control de plagas, monitoreo de cultivos, entre otras, es lo que hace que diferencia entre la agricultura tradicional y la de precisión.
Los beneficios de la agricultura de precisión son claros. El enfoque define los cultivos y los requisitos del suelo para una producción óptima. De igual forma, para preservar los recursos, garantizar la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Ayuda a resolver los problemas más críticos de la agricultura:
- El desperdicio de recursos
- Los altos costos
- El impacto medioambiental
Con el uso de la tecnología podemos obtener imágenes que permiten a los agricultores distinguir con precisión las zonas con problemas y decidir qué método aplicar en la zona objetivo y calcular el mejor momento para ello. Podemos anticiparnos a un problema mayor. Entre otros beneficios podemos mencionar:
- Muestreo del suelo
- Tecnología de observación remota por medio de drones
- Aplicación de plaguicidas y fertilizantes
- Dispersión de semillas
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